Posible fenómeno de coherencia cuántica.
Básicamente, todo en la vida se resume en que para cada cosa buena, existe una cosa mala, pero que para una cosa mala no necesariamente tiene que haber otra positiva.
Partiendo de esa base, y si no la olvidamos nunca, aprenderemos a comernos la mierda con embudo o, dicho de una manera mucho más sutil, a alegrarnos de no haber venido.