lunes, 26 de abril de 2010

De la náusea al amor.

El uno por el otro, la casa sin barrer.

El amor como reacción bioquímica no tiene gracia. Es pensar en glándulas segregando hormonas a mansalva y, chico, que me da por no creer en él.
Seguramente he salido mucho más literaria que literal en este tema, claro.

Aunque si pienso en él como idea, como sentimiento, como emoción, como dolor, como angustia, como bonito y como feo y como todavía más bonito que la anterior vez y como: 'hala, ¿has visto cómo te mira hoy?', pues tampoco es que quiera creer siempre.
Y qué.

Pero hablemos del momento vuelco. Sí, ya sabes, el de 'oh, dios mío, está ahí, y yo me pongo nerviosa y no quiero que se me note, porque ya me dirás tú qué barbaridad, vamos a disimular, aaaayyyyy, que no, que no, date la vuelta, que no te ha visto y seguro que hablas y no dices más que estupideces y tartamudeas porque, en realidad, lo único que le quieres decir es lo que no sabes, y pf, pero MIRAAA! ay, ya te ha visto, mierda, joder, ¡estúpida!, quita esa cara de empanada, ¿es que no sabes actuar de forma normal, como una persona corriente?, pues no, claro que no sabes, menuda barbaridad. Ay, que se te cae la baba nada más olerle a dos calles de distancia, si es que tienes un jodido radar. Eh, chica, que te den, lleva dos siglos mirándote, porque no le saludas, y encima le estás poniendo la cara de asco que te quieres poner a ti misma por soberana imbécil y repelente mental'.
Mira tú qué tontería, qué plasmación de absurdez y qué pérdida de raciocinio.

Considero completamente necesario enamorarse al menos una vez en la vida, aunque ese verbo, al igual que el 'amar', me parezcan absolutamente horripilantes y abolibles.

Quizá sean mis reacciones químicas internas las que me hacen ser tan... asi. Pero no conozco a nadie que no se vuelva un poquito más tonto cuando quiere mucho a otra persona. Cuando la QUIERE (con mayúsculas, del verbo amar).

Menuda tontería.
Pues sí, mira, SÍ (sí, del verbo afirmar).
Y si la definición de locura es hacer la misma cosa muchas veces esperando que cambie el resultado... nos deberían encerrar.

El amor, como la amistad y otra serie de sentimientos complicados, son como la fe. O, al menos, deberían serlo.
Creer en algo o en alguien por encima, prácticamente, de tus posibilidades, de la razón y de lo que pueda pensar alguien ajeno al respecto.

El amor, como la amistad y otra serie de sentimientos complicados, está hecho para el loco, el errante, el ingenuo, el débil más fuerte, o mejor, el fuerte con debilidades.

Y luego estoy yo. Pero de mí hablaremos otro día.

1 comentario:

rottenclementine dijo...

No es un texto expositivo-argumentativo :)

Acabo de leer tu comentario de mi blog del 21 de abril y eso que ya había mirado varias veces. Juraría que acaba de aparecer.. Y no lo entiendo jajajajajjajaja

Se me ha gastado el amoooorrrr.
Chica, yo es que creo que acaparas JAJAJAJAJJAJA :)

PD. Tengo una cosa muy jajajajjaaja/T___T que enseñarte.

-remudg-