lunes, 10 de agosto de 2009

Idiota.


El lugar menos idílico, el momento menos perfecto, la sugerencia más tentadora y la respuesta más incongruente.

Todo eso puede pasar simultáneamente en una vida sin apenas darte cuenta.


Ya tendrás luego tiempo para arrepentirte, querer volver al instante y cambiar el dato que lo echó todo a perder.

Pero nunca en el momento, porque eso significaría que tienes la sangre fría y la cabeza en su sitio.

Y que no me digan que me controle, porque yo me dejo llevar.

Aunque tú no lo notes, ya lo noto yo por dentro. Cuando, de repente, todo se apaga y me quedo mirándote de reojo.


Cuando me descubro bastante más triste de lo aconsejable, con un nudito en la garganta que hace tiempo no sé soltar.

Seguramente no sería tan difícil si no fuera porque a veces creo que me encanta sufrir por ti, la dosis individual de droga dura que es más adictiva y más 'cara' que cualquier otra.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Joe... :(
No quiero verte asi, cuando quieras sabes que soy todo oidos y yo enantada en escucharte e intentar poder ayudarte en lo que sea...Jo Laura :S

Anónimo dijo...

Estoy haciendo sopa, cuando termine de tomarme un gran tazón miramos la forma de que me cuentes todo eso, que creo que va siendo hora de mi pobro yo se entere de algo por una vez jaja