domingo, 29 de agosto de 2010

No quedan días de verano.



Suspiro (verbo. Primera persona del singular del presente de indicativo del verbo suspirar).La puerta de la terraza abierta para que entren las últimas gotas de un Sol que en realidad se escondió hace ocho minutos.
El sonido de una radio que canta los goles de tu equipo en la primera jornada de Liga te avisan de que, una vez más, se acerca el momento de volver a poner el edredón para hacerse bolita por las noches.

No sabría decir muy bien qué ha cambiado desde la última vez que pensé en sacar el edredón de su retiro de verano. Es muy probable que nada en absoluto. Y eso, precisamente, es lo que va a hacer que, de repente, lo mismo ya no lo sea.

Abrir otros libros, reír otras gracias, pensar otras cosas, dibujar otras lágrimas, y querer... ¿y querer?

Suspiro (acción).

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