domingo, 26 de diciembre de 2010

The verdict doesn't love our soul.

No puedo garantizarte que mañana te quiera, ni puedes decirme si me querrás tú a mí. Sólo sé que mañana, un mañana, el que sea, no tendremos derecho a llorar por habernos negado a inventar algo que destruir más tarde.

No podemos asegurar el amor, un poco más el odio, muy pocas veces la vida, y todas, absolutamente todas, la muerte.

Quiéreme. Quiéreme sólo esta noche, pero quiéreme. Espera a que se apaguen las últimas cenizas.

Quiéreme como si me fueras a querer toda la vida.
Yo prometo hacer lo mismo, quererte esta noche. No sé si podré olvidarte mañana, pero prefiero comprobarlo a quedarme con la duda.
Quiéreme sin darte cuenta, pero quiéreme. Y después, cuando sea demasiado tarde, vete y deja el frasco de colonia abierto para que te huela cada vez que pase por delante del espejo roto que va a guardar siempre nuestro secreto: que tú me quisiste por una noche y que yo te quise esa y mil más.

Espera a que se apaguen las últimas cenizas: mis cenizas.

1 comentario:

Unknown dijo...

Yo te quiero hoy, mañana y hasta el día que me muera si hace falta; he re reconocer que a quién más quiero es a tu "patita" pero como ella forma parte de ti, pues también te quiero.:)